CUESTIÓN DE GÉNERO...
Era se una vez en mi mundo. Un mundo que dependiendo de cómo lo mirases, todo dependía. Suena a estrofa de una canción, pero si es verdad, es una estrofa de una canción dicha a mi manera,
En mi mundo, todas somos unas pequeñas moscas que tras muchos años de cautiverio, decidieron convertirse en Moscas Cojoneras. ¿Por qué?
Todo iba muy mal, en mi mundo,... había sucesos como: tiranía, autoritarismo,... muchas no tenían que comer, otras ya muy mayores no podían trabajar.
Un día, apareció un lagarto, que les dijo a todas: necesitáis una buena educación, algo que os ayudara a mejorar como animales libres que sois.
En mi mundo lo que no haríamos seria:
- Aceptar que la educación halla normalizado y sigua prácticamente normalizando la separación de responsabilidad fundamental en los dominios públicos y privados, pues, sigue sutilmente reproduciendo lo que actualmente refleja la sociedad. Teniendo en cuenta que existen muchos docentes, de los cuales pocos son coherentes en cuestión de género, pues algunos dejan entre ver que el lugar de la mujer es el hogar, no trabajando que se supone que son cosas de hombres.
- Las familias siguen enseñando a sus hijas su educación, algunas se lo confinan todo al profesorado, al fin y al cabo, eso es lo que influye en la vida educativa de un individuo.
El sistema educativo proporciona ideologías sobre lo que basar el rol de la mujer, pues viviendo en una sociedad totalmente patriarcal, implícitamente queda dictaminado tal desigualdad aunque se alardee de la igualdad. La mujer aprende o se le enseña desde niña que su vida será muy dura, tendrá doble trabajo cuando se convierta en mujer de éxito, tendrá que satisfacer a su hombre, no al revés.
La mujer sufre independientemente de su raza, clase, etnia, de hecho, si la mujer occidental piensa que tendrá doble trabajo, la mujer africana lo multiplicara por cuatro, pues su función no solo es servir a su familia sino a la política y si hace falta ir a trabajar, tiene que hacerlo. Aparte del trabajo, la mujer dependiendo de su raza, sufre mas prejuicios,...y su subordinación es mayor, pues se supone que por cuestión de razas unos dominantes y otras minorías.
La escuela prepara a las mujeres parra el mercado laboral, en función de lo que presuponen que les debería gustar a las mujeres. Suponen que no les gustan las ciencias tecnológicas, y no se para a pensar que no existe ninguna motivación por parte de los docentes obtener información de Marie Curi, Clara Campoamor,...
Por comodidad se prefiere limar la punta de iceberg antes que arrancarlo de cuajo, formar una nueva forma de plantearnos las cosas, valorando mas las opiniones de las mujeres,... pienso que la escuela en vez de ayudar a obtener una educación mas igualitaria (en todo su ser), sin tener profesorado que le recuerde a una lo que es, lo que sería, si no, lo que será sino... tales cosas no ayudan en un cambio de mentalidad. Desalienta la resistencia de las mujeres a la división sexual del trabajo, pues no hay contenido en ningún libro de texto que visibilice a las mujeres revolucionarias de tal forma que las nuevas generaciones discrepen cuando oyen ciertos comentarios.
La escuela es un facilitador de la socialización pero a pesar de todo creo que no es culpable de todo lo que le sucede al individuo, pues la educación aparte de ser formal también es informal, existen creencias, dogmas,... todo lo que influye en el pensamiento humano.
La escuela fomenta un modelo de autoridad que seguir diferenciando muy bien los roles y las funciones de hombres y mujeres. Una mujer independientemente de calificación siempre postula a puestos inferiores, no es porque no quiera triunfar, sino que es porque ha aprendido que una mujer con mucho éxito profesional no es femenina, pues lo femenino es ser la SEÑORA de... actualmente las escuelas siguen promoviendo la vida privada para las mujeres, pues hasta que no halla un cambio general en los estatus, un cambio en el contenido que se imparte como igualitario e universal, Cambio, cambio cambio,...
En mi opinión, tras observar y estudiar casi minuciosamente todo lo que he aprendido y lo que han pretendido enseñarme y querido aprender, doy fe de que me siento estafada educativamente, pues se supone que la educación es universal y yo solo aprendí o me han enseñado parte del universo y la historia de los vencedores.
Las escuelas normalizan la doble jornada d las mujeres, el doble trabajo, dando a entender que las cosas son así, porque así deben seguir siendo, es decir, el patriarcado es en mi opinión un machismo consensuado y normalizado, pues las mujeres solo saben que el hombre es mejor que ellas en todo y que ellas solo sirven para limpiar y cuidar de sus hijos e hijas; la sociedad funciona así, las leyes lo avalan, por lo tanto, como siempre usando un poco de lógica, “si la escuela forma parte de un institución del estado, y el estado es la sociedad”, si la escuela es un microcosmos dentro de ese universo que es la sociedad” llegamos a la conclusión de que estamos ante una situación de bloqueo, es un ciclo sin fin, el cambio total y radical de todo cuanto existe mejoraría bastante la situación o al menos sería otra manera de formar un nuevo enfoque o perspectiva de la vida.
Es tal el desconcierto de aquellos que siempre fueron el centro de atención ahora simplemente sean compañeros y compañeras, ya que las leyes laborales no están hechas en perspectiva de genero, pues quienes dictan las leyes no pasan nueve meses de embarazo, no tiene que dar a luz y aun así preparar la cena para su hombre entre otras cosas.
Finalmente, en resumen, es tal la responsabilidad que tiene la niña, o mujer para su vida adulta, que llegan a la conclusión de que para ser mujer de éxito, no tendrá que tener cargas familiares, emocionales,... cosa que el hombre ni lo huele. La necesidad de un cambio de mente es inminente, necesitamos un cambio total en el contenido que se imparte, mas igualitaria, menos ideológico, pues esa se supone que es su función.